En esta sección aparecen todos los poemas que nos habéis enviado durante estos años. Os animamos a que sigáis haciéndolo y los publicaremos mensualmente aquí.

Una hora en tu noche

Por Juan José Montiel Gálvez

Publicado en Agosto 2022

Una hora en tu noche…
Un segundo en tu sueño…
Soy un peldaño subiendo tu escalera.
Nada de Nada. Evangelina Sobrado Galanes (Cecilia). 1972

Cuando tu voz, como un cabo de agua, revolotea firme
En los tejados, los campanarios y las jarcias;
Cuando tu cabeza amarra esas palabras
Y las enjaeza y parece tan fácil ser poeta;
Cuando haces esas cosas quiero volver atrás,
Haber nacido antes, ver la forma exacta
En que pronuncias las sílabas y repartes los acentos.
Mientras cantas asomarme a tus ojos oscuros de vigilia
Y esperarte al final y preguntarte
Por qué no había huella en ese paso,
Por qué no había agua en esa gota.
Yo, sin pensarlo, solo por saberlo
Hubiera subido peldaño a peldaño tu escalera
Dispuesto a mendigar una hora en tu noche,
Un segundo en tu sueño,
Para decirte que no hubo nunca brisa con más aire
Que todos somos caminos sin destino.
¿Cómo puedes sentirte tan pequeña
Si para subir a ti, a tus maestras manos de poeta
Empeñaría de cuánto me queda todo el tiempo?
Sé una lluvia que llueve, un pensamiento
Cuando pase agosto se ararán tus besanas y tus surcos
Y volverás a cantar y dirás cosas
Que nadie había dicho ni encontrado.

Soneto para Cecilia

Por José Lozano Bernal

Publicado en Agosto 2021

Cantaste a la verdad de nuestra España.
A la música diste otro destino.
Fue tu paso fugaz y peregrino
un resplandor que a la tiniebla araña.

Sacudiste la enorme telaraña
del amor, de la guerra y lo divino.
La muerte, omnipresente en tu camino,
temprano te segó con su guadaña.

Paloma sin temor a gavilanes
lo antiguo con lo nuevo reconcilia
por encima del tiempo y los afanes.

Tu nombre a las estrellas ya se afilia,
Evangelina Sobredo Galanes,
conocida mejor como Cecilia.

Santa Cecilia

Por Pedro Sánchez Castrejón

Publicado en Sept. 2020

Dama, dama,
de mi querida España,
desde que tú te has ido…
¡nada de nada!

Anduviste peregrina
por los caminos de España,
y en ellos encontraste
mala guadaña.

Tú le cantaste a tu tierra,
¡siendo casi extranjera!
-criada en otras culturas,
creíste y creaste en la nuestra-;
a Valle Inclán y a la guerra
-¡en la perra dictadura!-;
a las mujeres solteras
-para los curas impuras-;
a tu pobre piano, tu gata Luna
y a tu muñeca, la Mari Pepa
-jugaste de adulta
con la niña que eras-.

Castraron tus letras
porque no podían
censurar tus ideas.
En vez de violencia,
tus armas fueron tu voz
y un ramito de violetas.

¿Quién fuiste tú,
tan distinta a las demás?
Evangelina Sobredo, equilibrista,
finísima artista
que en los cielos de la música estás
-¡sin ser santa!, Cecilia-,
porque pervives en nuestro cancionero.

Cecilia

Por Jorge Cappa

Publicado en Junio 2020

Dobla tu voz el olvido
con su promesa en el viento
y su milagro a salvo.

Palabras que perfilan sus pasos
por una escalera violeta
que convierte el susurro en melodía,
que aleja la esperanza del llanto.

Palabras como medianoche,
como dama, como retrato,
que envuelven con su eco
nuestra añoranza,
como un refugio
donde el tiempo
alumbra tu ciudad
con un millón de sueños
que desfilan como un equilibrista
hacia la eternidad.

Suena tu música

Por Juan Pablo Sánchez Miranda

Publicado en Junio 2016

Suena tu música,
se ha parado el mundo en el cruce inmediato de tus canciones.
Todo parece detenerse…
y se afina la memoria,
y encaja en ti tu ausencia.
Fluye la cadencia de tu voz
acariciando un ritmo que no cesa
de dar forma a los pliegues de tu figura invisible.

Pasan ante mí una tímida soltera,
los escombros soñolientos de un pobre piano,
el señor don Ramón insuflando su aire
a una muñeca de trapo sin voz y sin amo,
hace una reverencia doña Estefaldina
con la gata Luna sobre sus brazos
sin saber que al otro lado de la melodía,
dibujada sobre el arco de tus cadencias,
aguarda una querida España mucho más muerta que viva.
Despliegan su aroma los ramos de violetas
y las rosas deshojadas
mientras al son del clarín y de una guitarra
danzan un millón de sueños de la mano de un poeta.

Andar, hay que andar
sin decir adiós, aunque sólo me quede tu retrato,
el testamento intacto de tu risa,
Andar sin decir “me iré de aquí”,
sin pensar dónde irán a parar los colores
de lo que llamamos vida,
palpando las oquedades de la ausencia
donde una tímida equilibrista
ha vencido con su voz al tiempo,
al espacio y a las mentiras a medias.

Suena tu música, se para el mundo
invadido ya por el tuyo,
y los resquicios del alma
se embriagan otra vez de ti, mágica Eva,
ruiseñor de fuego y brisa,
maestra de lo eterno y de sus palabras.

Oda a Evangelia Sobredo

Por Alfonso Pérez Sanz

Publicado en Noviembre 2015

Canto,
Canto a la noche sin Luna,
Canto a la fuga del Sol.

Desde mi rincón amargo,
Desde mi carne fugaz,
Desde mis huesos cansados,
Yo canto,
Siempre a media voz.

Entre sonrisas sin labios,
Y bocas de poco color,
Entre miradas sin ojos,
O cegadas por la aflicción,
Canto,
Mi menos querida canción.

Canto a la misma Tierra,
Que sin sentir pudor,
Un día se bebió tu sangre,
Para entregar tu dolor.

Canto a los mismos mares,
Que tuvieron tu mismo sabor,
Al verterse todas las lágrimas,
Después de tu último adiós.

Y canto,
Con más fuerza y pasión,
A esas venas abiertas,
De quienes escuchan la voz,
que hoy mece tus acordes,
al son de tu cuna, y de tu canción.

Una palabra

Por Alfonso Pérez Sanz

Publicado en Agosto 2015

No hagáis ruido,
que Eva duerme
y los pájaros son ya
como niños cantores
bajo un altar.

Y cuando te despiertes,
si decides regresar,
traerás un trocito de luna,
la que te quiso llevar;
la misma que mece tus sueños,
y agita la espuma del mar.

Sedas de luna en tu cuerpo,
en tu boca y en su mirar,
menos en tu pelo,
que a la luna se quiso ocultar.

Tu sitio lo guardaremos,
del viento y la tempestad,
en una embajada en la Tierra,
que es de tu propio lugar.

En un edificio de plata,
puertas de luna y coral,
destelleará como un faro,
con letras de polvo estelar,
una palabra que llora,
hermana de la verdad,
pero que no tiene padres,
no tiene tiempo, ni tiene lugar.

Es la palabra que duerme,
en el nicho de tu altar,
y que escribo en tu recuerdo:
la palabra soledad.

A Cecilia

Por Juan Pablo Sánchez Miranda

Publicado en Marzo 2015

Damisela del aire
que una vez entonaste dulces cantos.
Tus palabras y tu encanto
jamás se han desvanecido
con el paso de los años.
Tu voz sigue sonando.
Tu llama no se ha apagado.
Fuiste, eres y serás,
pues tu recuerdo eternamente vivirá
en los acordes de tus labios.
Cantaste al corazón,
a tu hastiado país de entonces,
a la vida y a tu mundo interior.
Siempre certera,
siempre sensible,
siempre fiel a tus ideas.
Unas veces frágil niña,
otras, mujer fuerte y realista.
Pero en todo momento tú,
ser etéreo con alma de violeta y brisa.
Sortilegio de astros
con voz de ángel y luminosa sonrisa.
Te echamos de menos
y eres parte de nuestras vidas.
Para siempre, Cecilia.

Desde el cielo

Por Hermes

Publicado en Febrero 2015

Mece el viento tus cabellos
dando frescura a tu frente
mientras viajas sonriente
sin despertar de tu sueño

tu paso corto y sin meta
por este mundo de luchas
enseñó con fuerza mucha
lo que es la vida completa

Sin escatimar esfuerzos
brindaste tu obra al planeta
e igual que veloz saeta,
que punzante hiere el pecho,
tocó la muerte tus ceso
y nos quitó tu proeza.

Sin embargo y como es ley,
natural, que es maravilla
aun sigue tu luz sencilla
dejándonos ver tu ser.

Porque lo bueno no acaba
aun cuando llegue el final
y sé que desde ese cielo
como magia celestial,
sigue llegando tu obra
aun en la actualidad

pues, como el sol y la luna
y todo lo natural,
tu arte que es sostenible
también es a temporal.

Cuando cantas

Por Tomás Álvarez Pérez

Publicado en Diciembre 2014

Cuando cantas…
Se deslizan suaves tus canciones
como las gotas de lluvia por mi cara.
Tus palabras se funden con la música,
y la lluvia se funde con mis lágrimas.

Cuando cantas…
Respiro profundo tus canciones
y las convierto en mi coraza,
la que me protege de mi pena,
la que endulza mis lágrimas amargas.

Cuando cantas…
Porque la vida hoy me duele
y es grande el dolor del alma,
hoy me apropio de tus canciones,
me sumerjo en ellas para estar en calma.

Cuando cantas…
Tus canciones son la mano amiga
que mi mano con fuerza agarra,
necesito tenerte muy cerca
eres mi amiga y te hice mi aliada.

Cuando cantas…
tus canciones las hago mis cómplices
para adormecer mis horas atormentadas.
Si en mi juventud te hice confidente…
ahora me tomo esa confianza.

Cuando cantas…
Haces ciertas mis ilusiones,
y seguras mis esperanzas.
Hoy son regalos tus canciones,
que envueltas en cielo me mandas.

Cecilia… cuando tú cantas.

Ella es mi amiga

Por Hermes

Publicado en Septiembre 2014

De quien escucho canciones
y quien orienta mi ser,
la que me habla al oído
la que me canta también,
quien advierte mi futuro
y revive mi pasado
sin lastimar, ni hacer nudos
me hace sentir valorado.

Sabe llegar a mi fondo, sin indagar en mi ser
tan solo con una nota me llega a fortalecer.
Hace que a pesar de todo renazca en todos la fe
en la vida y en la muerte, de la que canta también.

Ella orienta y apacigua, calma y da tranquilidad
sus melodías refrescan y acompañan sin "ahogar"
más que amiga es una guía, que su legado dejó sincera y sin egoísmo anima con su canción.

Su idílica melodía sabe tocar la razón
e incluso, también sus notas tocan cada corazón.
ella es amiga de veras, sin proponérselo ser es constante compañera, hoy mañana y desde ayer.

Para todos ella vive, sus notas aun nos llegan y sus letras aun escriben lo que hoy siente su tierra.

La noche

Por Juan Pablo

Publicado en Julio 2014

La noche susurra melodías olvidadas
y letanías sin nombre que en vano intentan traerte.
La noche, esa misma noche
que te apresó entre sus garras
evoca ahora tu imagen,
tu triste guitarra,
unos versos dormidos,
tu voz sin voz cantando a una dama,
a un piano, a una entrañable muñeca de trapo,
a la tierna infancia, a un poeta gallego,
a una desangrada pero querida España,
a la monótona soltera, al cura del pueblo.

La noche susurra una canción
que se enreda soñolienta en el perfil de la madrugada.
La noche, la misma noche que te llevó,
susurra suavemente tu nombre
y ancla al tiempo tu ser eterno,
que lejos de decir adiós,
con un millón de sueños
y un ramito de violetas como testamento,
sigue llenando de luz
cada resquicio de mis pensamientos.


La guitarra de Cecilia

Por Teresa Quiroz

Publicado en Mayo 2014

Las cuerdas de tu guitarra,
cautivaron tus canciones,
te dieron las finas notas,
que acompañaron tu voz,

Fueron fieles confidentes
de tus penas y alegrías,
de tu denuncia constante,
de tus noches y tus días,

Ellas cantaron contigo
a tu bello testamento,
a tu infancia añorada.
a tu tierra tan amada.

Tus caminos recorrieron,
y tus sueños abrigaron,
los aplausos de la gente,
en ellas se cobijaron.

Esta cuerdas, seis hermanas,
tan distintas, tan cercanas
te buscan en el silencio
y en las claras madrugadas.

A Cecilia

Por Jorge Trujillo Vidal

Publicado en Febrero 2014

Desde que tú te has ido,
Sin decir adiós;
Nada de nada ha sido
Ya de tu voz.
Mi querida España llora
Pues, sin aviso,
Te marchaste sin demora
Hacia el paraíso.
Te fuiste sin equipaje,
Hacia la noche larga.
Hiciste tu largo viaje
En una hora amarga.
Se van un millón de sueños,
Si tú no hablas.
Quién fuera señor y dueño
De tus palabras.
Evangelina,
Te marchaste con la brisa;
Parece que tienes prisa;
No paraste mucho tiempo por aquí.
Evangelina,
Fue tan fugaz tu sonrisa
Te llevaste en la camisa
Un ramito de violetas al partir

¡Ay Cecilia!

Por Blanca Lozano

Publicado en Junio 2013

¡Ay Cecilia! Cual tierna flor tronchada
quedó tu vida en lejano camino
tosca guadaña segó tu destino
en amarga y transparente alborada.

Queda ya el aura muda, callada,
Ya el suave trigal dorado y albino
Mece su fruto, con su tallo fino
Su adiós te envía en cadente balada.

De seres celestes se intuye el vuelo
En las noches de estío silenciosas
Que llena el alma de emoción y anhelo,

Trae el aire cadencias armoniosas
¡es Cecilia que canta desde el cielo!
Sobre alfombras de violetas y rosas

A Cecilia

Por Hermes

Publicado en Mayo 2013

Fue tu obra tan bella y tan real
que no cesa el mundo de escucharla
ni tus letras las voces de cantarlas
aunque no con tu voz tan celestial

Tu me inspiras Cecilia decir, a veces
con lo sensible que hay en tus poemas,
como lo hacías tú con tu voz plena
las cosas que este mundo se merece

No debiste partir, !..no, tan temprano
para que aún tu pluma hoy escribiera
y la actual sociedad comprendiera
el mensaje de una mujer sincera

aunque artistas de tu talla ya no existan con tu talento tu sentir y tu mensaje jamás habrá un ave con igual plumaje fuiste, eres y serás Equilibrista

A Cecilia

Por Ana Brey Lamas

Publicado en Abril 2013

Eres versos de auténtica poesía
Cultivados con asombrosa poesía

Eres profundo hueco
Relleno de aplausos
Para tu eco

Eres el mito de hoy
La parte entera del soy

Eres la viva estampa del ayer
Sombra amarga para una mujer

Eres la poeta inmortal
Capaz de hechizar
Al más renegado sentimental

Habla

Por Sebastián Pérez Reyes

Publicado en Noviembre 2012

Pajarillo pasajero
pardo, rápido, el primero;
me resultas familiar…
y es que si en mi alma miro
allí te siento volar,
aunque dejaste tu nido.

Canta siempre como ayer cantaste,
a la sombra del ciprés,
hay un antes y un después
desde que tú te marchaste.

Cuida de mi pequeño tesoro;
ese que al mundo no importa
pero que yo tanto adoro.

Amargura enamorada,
triste, alegre, censurada,
casi estuve donde estás…
y es que si los ojos cierro
no hay adioses, no hay entierros
que nos puedan separar.

Habla siempre como nos hablaste,
porque el hoy, será el ayer,
porque tanto ha de llover
entre milagro y desastres…

Cuida de cuanto queda de ti,
ya comprendes lo que digo,
lo que perdiste, perdí.

Mensaje a Evangelina

Por Teresa Quiroz

Publicado en Mayo 2012

El mensaje que hoy te envío,
a través de esta ventana,
describe mis sentimientos,
con mis palabras sencillas,
y dice que en nuestro mundo,
ya no existe la bondad.

La lluvia de los inviernos,
no prepara primaveras,
se han perdido los colores,
y el canto de ruiseñores,
no despierta a quienes yacen.
dormidos por la ambición.

Hay miles de niños que sufren
ellos no quieren jugar,
por culpa de gentes sin alma,
que compra su canto y su llanto,
y cortan al alba temprano,
sus tiernos pétalos blancos.

Los jóvenes viven buscando,
que rumbo poder tomar,
levantan muchas banderas,
cantando una sola canciòn,
denunciando a quien los hiere,
cuando van en procesión.

Las madres llorando imploran,
que ya no se vendan más,
aquellas drogas malditas,
que les maltratan a sus hijos,
ensombreciendo sus almas,
matándoles el amor.

La prisa pequeña palabra,
se jacta de acompañarnos,
queremos ganarle al tiempo,
y no buscamos los templos,
no escuchamos las campanas,
ya no sabemos cantar.

El aire gran elemento,
esta oscuro de maldad,
el sol ya no nos protege,
la luna no quiere brillar,
y el mar herido de muerte,
venganza quiere cobrar..

Los grandes países del mundo,
ya no piensan en la paz ,
y manejan con sus manos,
la vida , la muerte y la suerte,
y estremecen a la tierra,
a su antojo y voluntad.

Eva, pide a Dios que nos regale,
La justicia y la verdad

Canción a canción

Por Juana Pascual

Publicado en Abril 2012

Desde esta "mi querida españa"
quiero "dama, dama"
regalarte "un ramito de violetas"
para que lo coloques cerca de "tu retrato".
No quiero "decir adios" pero...
"desde que tú te has ido",
"un millón de sueños" me hacen "andar"
y recordar "amor de medianoche".

Pasajera del tiempo

Por Teresa Quiroz

Publicado en Marzo 2012

Eva, pasajera eterna,
no temas al paso del tiempo,
pues ,ni la aurora temprana,
ni la noche fugaz,
borrará tu hermosa estampa,
ni tu mirada en paz.

Angelina, flor de los vientos
no temas a tu silencio,
pues, las estrellas del cielo,
cautivaron tus canciones,
y al sonido de un clarín..
las entonan a mil voces,

.Angel , de la verdad,
no temas a crueles sentencias,
pues tus soldados de plomo,
no quieren lucir medallas,
desertaron de sus tropas,
y felices te acompañan.

Diosa, hermana del pueblo,
no temas a la censura,
pues las campanas en sus torres,
escucharon tu llamado,
y hoy repican a los vientos,
tu testamento y legado.

Pasajera de la lluvia,
nunca vas a naufragar,
pues tu guitarra y tu piano,
hoy se vistieron de barcos,
rompieron viejas amarras,
y hoy navegan a tu encuentro.

Peregrina de los cielos,
tu volverás con tu canto,
y veras que los cipreses
no devoraron tus sueños,
solamente te esperaron,
al regreso de tu viaje.

Chile y España, dos mujeres

Por Teresa Quiroz

Publicado en Febrero 2012

En dos hermosas regiones,
nacieron dos amapolas,
cantando a la libertad,
y a la paz como derecho.

Una por nombre violeta,
humilde flor de los campos,
quien cantó a la diferencia,
de lo cierto y de lo falso,
diciendo que la verdad,
la destruyó la conveniencia.

Eva, llevaba por nombre
quien cantando denunciaba,
los horrores de una guerra,
que dos pensamientos dejaba,
en una tierra tan fértil
de canciones y poemas.

Estas joyas, dos mujeres,
que nacieron con guitarra,
soñando un día la vida,
amando siempre en silencio,
hoy caminan por senderos
donde no hay diferencias,
y libremente hoy gritan,
su voz y sus pensamientos.

Eva, lleva entre sus manos,
un ramito de violetas,
va con los ojos en paz
y con su canción censurada,
escrita con tintas negras
y el lamento de su tierra.


Violeta flor azulada,
lleva el corazón crecido,
buscando un espacio libre
donde enseñar a cantar,
a quienes tienen por nombre
el amor y libertad.

A Cecilia

Por Helia Muñoz

Publicado en Enero 2012

Evangelina

Fuiste una hermosa flor,
que no lloraste al nacer,
solo entonaste una nota,
para agradecer cantando
el regalo de la vida,
en tu España tan querida.

Creciste pensando en otros,
tu sino fue la razón,
que silenció el cruel martillo
y el ruido de mil lamentos,
que encontraron un consuelo,
en el idioma de tu voz.

Tus manos blancas palomas,
que enseñaban tu cantar,
que hablaban de vendas negras ,
y el renacer de tu tierra,
se han convertido en señuelos,
que guían otros cantares,
y otras voces hoy proclaman
la paz de tu pensamiento.

llegaste cuando te fuiste,
estrella fugaz del cielo,
seguro que estás cantando,
y guiando desde lejos,
a quienes tienen la voz,
para decir lo que sienten,
y proclamar a los vientos,
que libres nos hizo Dios,
de angustias y de tormentos.

supiste usar tus talentos,
regalos del padre Dios,
tus palabras y canciones
nos dejaste heredadas,
por todo te recordamos
primavera de los cielos,
en tus pinturas hoy vemos,
a evangelina sobredo,
guitarra, color y voz.

Poema a Cecilia

Por María Elena López Colorado

Publicado en Agosto 2011

Bebiste las lágrimas de tu patria herida
Fuiste martillo castigando sus cadenas
Desde tu voz de miel
desde el brillo afilado de tu pensamiento

mi pena, sacudió el vuelo de tus alas blancas
a mi niñez, le apagó la risa aquel sombrío agosto
una guitarra murió de frio
entre tu pecho dormido
entre tus manos vencidas

Hoy, como siempre
tu voz de seda se enreda entre mis pasos
También esta noche
Tu imagen melancólica se duerme en mi pared

Aún estás aquí
Tejiendo canciones teñidas de madrugadas
Perseguidas por la mordaza, vieja, ajada, pero mordaza
La misma de Miguel, Federico y Machado

Esa misma que dormirá por siempre
Humillada por tu voz viva
Tu indomable pensamiento de linyera
Y nuestro amor eterno
Inseparable ya de tu raíz entera

Cascada para Cecilia

Por Javier Travieso Garrido

Publicado en Julio 2011

Sí, tú naciste en España
En la España herida de ausencias

Fue allí, en la canícula de agosto
Donde murió tu voz como la hora
Hace ya tantos años…

A veces me ocurre que tengo nostalgia
De la flor que crece sincera
De la guitarra que toca amorosa
De la voz que canta sola
Espérame, espérame
En tu ausencia de rocío
Donde hay lugar
Para el alba de las flores
Donde callan los ay del mundo
Las porfiadas muertes
La soledad de los jóvenes poetas
Espérame, espérame
En la tierra que te acoge
Murmullo del corazón
Del corazón herido de España
Herido, herido de ausencias
Herido

A Evangelina Sobredo Galanes

Por Víctor Andújar

Publicado en Junio 2011

Por mucho que pasen los años
Por mucho que pasen los tiempos
Tus canciones y tus temas Cecilia,
Se siguen escuchando
Y por lo tanto,
No se siguen olvidando

Hay quienes te conocieron
Hay quienes te quisieron conocer
Pero hay quienes sobre todo,
Te recuerdan
Porque tu voz es inolvidable
Y tu imagen, imborrable.

En algún lugar de ese cielo
Que dicen que existe, estás
Donde seguro que seguirás
Componiendo y cantando,
Mientras que desde aquí abajo
Todos seguimos pronunciando
Tu nombre ¡Cecilia!

Y tu música nos sigue
Acompañando en nuestro
Caminar cotidiano
De ésta vida
Que aún disfrutamos.

Un beso para ti
Querida Cecilia

A Cecilia

Por Mayte Castellanos

Publicado en Mayo 2011

Dejaste en el camino tus canciones,
del tiempo por vivir, tus ilusiones...
y aquella madrugada
de un verano cualquiera
se durmieron tus versos
sobre la carretera.

Cecilia,
poeta que dejaste tu vida en el camino...
Cecilia,
las musas esperaron tu regreso prohibido,
pero al sentir tu ausencia
marcharon en silencio,
dejando tu "ramito de violetas"...
como recuerdo.

Naciste de las musas confidente,
viviste entre añoranzas y pinceles,
y el impaciente abrazo
de una vieja guitarra...
recuerda hoy a las gentes...
... tus palabras.

Soñé que aún vivías

Por Hermes Nectario

Publicado en Abril 2011

Soñé que aún vivías y en tan hermoso sueño
te veía levitar por campos floridos
en tus amplias manos que a tantos aportaron,
lucías estampadas tu lira y tu pincel.

Sonreías silenciosa satisfecha de tu obra
el viento inquieto y necio acariciaba tu piel
sin derribar de aquellas sienes inteligentes,
tu corona de azahares de princesa del bien.

Mirabas con ternura tu tierra tan preciada,
la que tantas canciones y poemas te inspiró,a tu pueblo
que atento escuchó tus verdades,
susurró tus mil versos y luego te lloró.

soñé que aún vivías que seguías tu carrera
de recordarle al mundo la olvidada verdad,
y que no envejecías para que nuevas
gentes miraran en tu ejemplo
lo que han de practicar.

Soñé que aún vivías y lejos de estar muerta,
cantabas a tu España tuya y de los demás
y al despertar al día y lamentar la pena,
me dije que aún vivías y que no morirás.

35 años sin Cecilia

Por Cándido Ferreiro

Publicado en Marzo 2011

Cecilia,
compositora de canciones,
la vida te ha dado una corta carrera.
No caerás en el olvido,
de las generaciones que te vieron conocer,
y de las futuras que no te llegaron a ver,
pero guardas el recuerdo de esas melodías,
a un mundo que no para de crecer.

Si España es tu lugar querido,
y también nuestro,
estás en lo cierto.

El poema acróstico,
que escribí por ti en febrero,
refleja la primera letra de cada verso,
la lectura de tu nombre,
que se lee en vertical,
y de cada verso,
un mensaje de solidaridad.

Esa estrella que lee este poema,
eres tú.

A Cecilia

Por Ana Brey Lamas

Publicado en Febrero 2011

Eres versos de auténtica poesía
Cultivados con asombrosa poesía

Eres profundo hueco
Relleno de aplausos
Para tu eco

Eres el mito de hoy
La parte entera del soy

Eres la viva estampa del ayer
Sombra amarga para una mujer

Eres la poeta inmortal
Capaz de hechizar
Al más renegado sentimental

A Cecilia

Por Anónimo

Publicado en Diciembre 2010

Brotó a la vida
en un día de otoño
una flor de maravilla
entre pétalos de ensueño.

Guitarra rotunda,
piano de melancolías,
sensible canción la suya,
de letras y melodías.

Sus canciones de amor
son tesoros de ternura,
las de queja llevan el olor
de un látigo de dulzura.

Canta a la sociedad,
defiende la ecología,
lucha por la igualdad
y la libertad que llegaría.

Su canción se escucha
ya en la lejanía
pero mi corazón la susurra
cercana todavía.

Versos y preguntas para Cecilia

Por Hermes Nectario

Publicado en Octubre 2010

El mundo de hoy que sigue tu obra
añora y adora tu bella labor
poemas de vida de luces y sombras
acordes sutiles
tonadas de amor.

¿Qué poder extraño habría en tu mente
que supo a esta tierra su magia brindar?

¿Fue tu nacimiento cual cuerpo celeste
que en tan corto tiempo supo iluminar
dejando una estela de luces enorme que ninguna estrella fugaz dejará?

Dos y más preguntas que no respondemos
y que sólo el tiempo nos resolverá..

O que en aquel viaje de ida sin vuelta y que mencionabas en ese cantar,
veremos la causa, quizás la respuesta
veremos la EVA que no partirá...

A Cecilia

Por Germán Patiño

Publicado en Sept. 2010

Cecilia aunque
los años transcurran
cada vez florecen más
tus bellas canciones
y siempre las llevamos
en nuestro corazón.

Cada melodía
cada nota musical
es una caricia hermosa
para el amor.

Sé quie Dios escoge a
los mejores para estar
a su lado y tú Cecilia
vellamente fuiste la escogida
por él.

Nos hace mucha falta
aquí y ahora
tu presencia
pero tú supiste
reemplazar tu ausencia
con el más bello don
que Dios te entregó
como es tu voz.

Hoy dos de agosto
es bello comenzar
el día escuchando
tus canciones y sentir
que tú Cecilia estás
siempre con nosotros.

Desde Colombia Cecilia
nos acordamosde esta
inolvidable fecha
para todos los que fuimos
afortunados de mirarte
aquí en Colombia
no te olvidamos.

A Cecilia

Por Germán Patiño

Publicado en Agosto 2010

Cecilia te has convertido
en la estrella más bella
que brilla en el firmamento
de nuestros corazones.
Siempre te recordamos
pero nunca te olvidamos.
Cecilia, ilumina siempre
nuestros senderos
con tu cálida y hermosa voz.

A Cecilia

Por Jesús R.

Publicado en Julio 2010

De un cielo infinito,
de la profundidad de las estrellas,
surge una luz que resplandece
al acercarse a la tierra.

Luz blanca.
luz cegadora,
que mis ojos miran
y mis labios cierra.

Ilumina con suave manto
de una claridad certera
una tierra vacía
solo llena de penas

Con dulce voz,
y dulce ironía
nos explicas a todos
las verdades de la vida.

Y acompañando a tu mirada,
siempre llena de amor,
de una luz que se sabe
estrella pasajera.

Te miro dsde un rincón
de mi oscuridad perpetua
como late mi corazón
y mis ojos de agua llenas.

No quiero que partas
Me niego a que desaparezcas.
pues ahora soy feliz
y no lleno de tristeza.

Pero así como viniste,
asi como llegaste
te vas un maldito día
sin decir adios, siquiera.

Y ahora solo nos queda
el tenue eco de tu voz
pues así como llegaste
al cielo, de pronto,te elevaste.

Cecilia, soplo de aire fresco

Por Jere Gracía

Publicado en Junio 2010

Cecilia, soplo de aire fresco,
con un ramito de violetas nos cautivaste,
y al acercarnos a ti nos enseñaste
todo tu repertorio de violetas,
canciones llenas de sentimiento,
de emoción, de profundidad desconocida,
desde el “Nada de nada”,
a “Mi querida España”,
canciones desde el corazón
de casi una extranjera
que nos hicieron pensar y sentir,
enamorarnos y vivir de otra manera.
Gracias, Cecilia, mi estrella.

Poema a Cecilia

Por Cristina González Sánchez

Publicado en Mayo 2010

Por ti, solo por ti
Dejaré que tus lindas letras
Me acompañen en la penumbra.
Las sombras y luces de la vida
Darán paso a tu virtuosísmo
A tu gentil y majestuosa inteligencia
Que guía a almas errantes
En esta,nuestra vida
Que a cada paso dejamos atrás
Con el único fin de alcanzar
La paz eterna en el más allá…
Nunca olvides quien fuiste
Ni mucho menos olvides tan gran regalo, TU VOZ

Poema a Evangelina

Por Hermes Nectario

Publicado en Abril 2010

Evangelina:
Has partido al pais del más allá
donde no quema el sol ni enfría la nieve
caminas entre álamos tranquilos
esparciendo a las aves alimento..

tus notas musicales te acompañan
y aquí te extraña tu gente y tu guitarra
más, en sueños te vemos y seguimos..
tarareando desde siempre tus canciones..desde todos los confines hasta España.

con tu diestra mano das trigo a las aves
que te aman porque vuelas como ellas
y en tu otro brazo , cargadito cual bebe, sin que pierdan su color y su pureza
llevas con tigo un ramito de violetas

A Cecilia

Por Juana Pascual

Publicado en Marzo 2010

Desde esta "mi querida españa" quiero "dama, dama" regalarte "un ramito de violetas" para que lo coloques cerca de "tu retrato". No quiero "decir adios" pero... "desde que tu te has ido", "un millón de sueños" me hacen "andar" y recordar ´"amor de medianoche".

A Cecilia

Por Juan Pablo Sánchez Miranda.

Publicado en Enero 2010

Damisela del aire
que una vez entonaste dulces cantos.
Tus palabras y tu encanto
jamás se han desvanecido
con el paso de los años.
Tu voz sigue sonando.
Tu llama no se ha apagado.
Fuiste, eres y serás,
pues tu recuerdo eternamente vivirá
en los acordes de tus labios.
Cantaste al corazón,
a tu hastiado país de entonces,
a la vida y a tu mundo interior.
Siempre certera,
siempre sensible,
siempre fiel a tus ideas.
Unas veces frágil niña,
otras, mujer fuerte y realista.
Pero en todo momento tú,
ser etéreo con alma de violeta y brisa.
Sortilegio de astros
con voz de ángel y luminosa sonrisa.
Te echamos de menos
y eres parte de nuestras vidas.
Para siempre, Cecilia.